Casa Común
Con base a los documentos Laudato Si y Laudate Deum del Papa Francisco.

El 24 de mayo de 2015 el Papa Francisco en la solemnidad de
Pentecostés, daba a conocer al mundo una carta encíclica motu
proprio (por iniciativa propia) que sorprendía a propios y
extraños debido al contenido “ecológico” así como la manera de
dirigirse al pueblo de Dios y a las personas de buena voluntad.
Además de muchos puntos más como la apertura al diálogo
interreligioso, la exhortación a la atención urgente ante la crisis
medioambiental y remarcar con ahínco el término de casa
común. Su subtítulo nos da el indicio “sobre el cuidado de la
casa común”
ENCUENTRO DE ESPERANZA
Esperanza para la Tierra. Esperanza para la Humanidad


Luz y sal ✨🧂
A petición de los hermanos, les comparto el cántico de las criaturas. Texto extraído de los escritos completos de San Francisco de Asís.
Ahora sí, ya tienen lo necesario para realizar el reto y participar en el concurso 💚😉
Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y soportan enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.