Amada Madre de los mexicanos Santa María de Guadalupe ruega al Señor que comprendamos que desde la concepción hasta su fin natural, es especial toda existencia, un don inmerecido de su amor, nunca una inconveniencia y no hay derecho ni razón que justifique su prematura interrupción, Tú que en tu seno llevas al autor de la vida, pídele que nos ayude a valorarla, amarla y defenderla, para que nunca nos atrevamos a devolverle sin abrir su extraordinario regalo su invitación a vivir.
Amén.
Sagrado corazón de Jesús, en Vos confió.